Crítica de: Asesinato en el Orient Express
Kenneth Branagh se encarga de realizar su visión del clásico de Agatha Christie
Con “Asesinato en el Orient Express” nos encontramos con una nueva adaptación del clásico libro de misterio publicado en 1934, donde tenemos unas pequeñas variaciones en sus personajes para adaptarse al elenco escogido para la producción.
Lo que comienza como un espléndido viaje en tren a través de Europa, rápidamente se transforma en uno de los misterios con más estilo, suspense y emoción jamás relatados. Basada en la novela de la popularísima autora Agatha Christie, “Asesinato en el Orient Express” cuenta la historia de trece extraños aislados en un tren, en la que todos son sospechosos. Un hombre debe emprender una carrera contrarreloj para resolver el rompecabezas antes de que el asesino ataque de nuevo.
Estamos ante una adaptación de un libro de Agatha Christie que Michael Green realiza varios cambios en los personajes para que tengan no difieran físicamente de su origen al actor en sí. Son cambios minúsculos que no importan en el desarrollo de la historia. Pero hay que decir que el guión deja una sensación extraña en el espectador, porque su comienzo es espectacular y tras esa pequeña introducción nos toca deambular durante una gran parte de la película de una manera simple y llana, hasta que comienza la trama final, donde vuelve a subir su nivel, pero no son suficientes dos pinceladas para lograr un buen trabajo, o al menos, un guión que pueda ser mediocre.
El director de “Asesinato en el Orient Express” es Kenneth Branagh quien también protagoniza la cinta. En esta ocasión su puesta en escena es muy parecida a la que nos trajo con Hamlet, una belleza increíble gracias al trabajo de Haris Zambarloukos quien demuestra de nuevo su gusto por grandes panorámicas del entorno (incluso dentro del tren). El ritmo que tenemos en la cinta es pausado, no llega a ser lento como en Hamlet pero sí un poco más ágil como podría ser el caso de “Mucho ruido y pocas nueces”. Son todos estos detalles los que le dan un resultado visual maravilloso al trabajo de Kenneth Branagh, pero al tener un guión de tan mala calidad su trabajo se ve muy salpicado por este motivo.
Ahora toca hablar del elenco de “Asesinato en el Orient Express” que está encabezado por el propio director Kenneth Branagh quien acapara toda la atención del espectador y quien demuestra sus dotes teatrales con una brillante actuación pero que en momentos te deja un poco frío al parecer que está sobre actuando. Para el resto de papeles tenemos un gran cartel en el que destaca Johnny Depp, Michelle Pfeiffer, Judi Dench, Willem Dafoe o Josh Gad quienes demuestran que cumplen sobradamente su papel y que tienen más calidad de la que muestran en pantalla, es una sensación extraña como que les han cortado las alas para que sea su protagonista quien sobresalga por encima del resto, algo que no consigue hacer porque Daisy Ridley y Leslie Odom Jr. están espectaculares y sobresalen con su química con la cámara. Algo que no sucede en el caso de Penélope Cruz quien está ahí por estar y posiblemente sea un gancho para atraer al público.
Para resumir todo esto y decir mi opinión final sobre “Asesinato en el Orient Express” he de decir que es una película bellísima con un ritmo pausado y donde viviremos un principio y final de película increíbles, pero que la mayor parte de su película va a fracasar por su mal guión. En cuanto al tema de actores es una explosión de Kenneth Branagh quien tiene todo el peso de la cinta, dejando al resto de actores por debajo de su nivel, algo que es incomprensible porque estamos hablando de un cartel maravilloso.