Crítica de “Tiempo Después”
Nos llega ahora una secuela de la trilogía “Amanece que no es poco”
Era el año 1985 cuando José Luis Cuerda estrenaba la película “Total” con una duración de menos de una hora que inició la trilogía que continuaba con “Amanece que no es poco ” y concluía con “Así en el Cielo como en la Tierra”, pero ahora con “Tiempo Después” nos llega una secuela espiritual de “Amanece que no es poco”.
En el 9177, mil años arriba, mil años abajo –que tampoco hay que pillarse los dedos con estas minucias-, el mundo entero –y según algunos autores, el universo también- se ha visto reducido a un solo Edificio Representativo y a unas afueras cochambrosas habitadas por todos los parados y hambrientos del cosmos. Entre todos estos desgraciados, José María decide que, con las dificultades que haya que salvar y mediante la venta en el Edificio Representativo de una riquísima limonada que él manufactura, otro mundo es posible.
Lo primero que empezaré diciendo es que no sé como “Tiempo Después” no está nominada en los premios Goya 2019 cuando perfectamente podría estar luchando por: Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Guión Adaptado (José Luis Cuerda), Mejor Música Original (Lucio Godoy). Mejor Canción Original (Antonio García de Diego y Joaquín Sabina), Mejor Actor Protagonista (Roberto Álamo), Mejor Actriz Protagonista (Blanca Suárez), Mejor Dirección de Fotografía (Pau Esteve Birba), Mejor Diseño de Vestuario (Clara Bilbao) y Mejor Sonido (Alberto Pacheco, Isaac Bonfill, Miguel Calvo “Maiki” y Nicolás de Poulpiquet)
En este caso comenzar la crítica de “Tiempo Después” es comenzar con todo el trabajo técnico que tenemos en la cinta como el vestuario muy acertado y sobretodo logra darle todavía un punto absurdo a las escenas que logra agrandar ese humor absurdo que tanto hemos visto en esta trilogía y que aquí tenemos más y más. La música acompaña a toda la cinta logrando una atmósfera única y a la que si le juntamos el trabajo maravilloso de su director de fotografía, Pau Esteve Birba quien pese a su juventud, vuelve a demostrar que no tiene límites y puede lograr unos planos increíbles, al mismo tiempo que logra toda una atmósfera fabulosa con su trabajo.
Hablar del director es directamente resumirlo en que José Luis Cuerda o te gusta o le amas, no existe el término medio, posiblemente en esta ocasión tenga un fallo como puede ser el ritmo de la cinta, que en determinados momentos puede ser algo lento o que se haya excedido en su duración, ya que se podría acortar un poco la cinta porque tenemos ciertas historias un poco excedidas en tiempo, aunque el resultado final es muy agradable para el espectador que no para de reír con ese maravilloso guion con unos diálogos que incluso muchos no entenderán o que son tan simples que su “humor absurdo” se apodera de nuevo de la pantalla y logra que la magia del cine invada toda la sala y disfrutemos escena tras escena. Claramente otro de los grandes fallos o aciertos, el tiempo lo dirá, es que hay muchas posibilidades de continuar con ciertas historias creadas a razón del final de la película o incluso contar muchas cosas que no se han contado centrándose en determinados personajes.
Decir algo del elenco que tiene esta cinta es hablar de unos actores que cada uno logra tener su peso específico en la cinta y que incluso Berto Romero y Arturo Valls logran ser personajes bastante interesantes, pero claramente sus dos protagonistas principales como son Roberto Álamo y Blanca Suárez están impresionantes y muestran una química tan grande con las cámaras que no se entiende como no pueden estar nominados en sus categorías para los premios Goya de 2019.
Para concluir esta vez no voy a decir nada más que no haya puesto en #CriticasEn30Seg del Instagram de X La Tangente y que os pongo a continuación: