Crítica de “Zombieland: Mata y Remata”
Secuela tardía pero muy bien elaborada
En 2009 llegaba a nuestras pantallas de cines “Bienvenidos a Zombieland” y nos traía una road movie con zombies, humor y grandes dosis de acción. Para muchos sus créditos iniciales fueron abrumadores sonando Metallica de fondo y viendo como los zombies crecían en slow motion, pero durante el desarrollo de la película ibas descubriendo más cosas y llegaba a gustarte en exceso, ya que tus expectativas eran que iba a ser otra película más de temática zombie. Pues ahora 10 años más tarde vuelven con “Zombieland: Mata y Remata” una secuela que es más de lo mismo y que claramente no ha tocado nada de lo que funcionaba en su primera parte para que el espectador que no lo conociese pueda conocer ese universo propio y para el fan que siga teniendo más universo Zombieland en la gran pantalla.
Los cazadores de zombies viajan desde la Casa Blanca hasta el corazón de los Estados Unidos, donde tendrán que defenderse de nuevas clases de muertos vivientes que han evolucionado. Mientras intentan salvar el mundo, los miembros de la pandilla también tendrán que aprender a convivir.
Todo el equipo vuelve 10 años después a “Zombieland: Mata y Remata” por lo que ya sabes que todo va a seguir igual y nada más empezar la película te das cuenta de que sigue todo igual como con la primera película, así que tenemos a Jesse Eisenberg narrando de nuevo la película y tras una pequeña introducción, comienzan los créditos y otra vez tenemos la música de Metallica, pero esta vez con la canción “Master of Puppets” y en lugar de ver a los zombies comiendo y que el caos está empezando, tenemos a nuestros protagonistas masacrando a zombies en slow motion, por lo que tenemos más sangre y una buena dosis de acción sólo en los créditos iniciales.
Claramente muchos directores y guionistas ante una secuela se plantean el reescribirlo todo y hacer cosas extrañas, pero en esta ocasión han optado por lo más difícil y que es siempre lo que funciona. Es decir, no han tocado nada, sencillamente han añadido nuevos retos a nuestros protagonistas y si que es cierto que han creado un par de tipos de zombies nuevos, algo que es de agradecer porque le da un plus a la trama y por lo tanto tenemos ese punto novedoso. Y por otro lado han sabido lograr que la historia y los personajes hayan crecido durante estos años de ausencia en pantalla. Por lo tanto el trabajo creado por la dupla de guionistas Rhett Reese y Paul Wenick en “Bienvenidos a Zombieland” se ha visto reforzada con Dave Callaham y los tres logran un guión continuista que logra captar a nuevos fans y que los fans existentes disfruten otra vez.
Las claves de este nuevo guión ha sido meter un par de personajes nuevos que en caso de tener una tercera parte puede que alguno nos de mucho juego y sobretodo tener pequeñas cositas con las que podemos reirnos, recordar nuestra infancia… pero que claramente las menciones a videojuegos de los 80/90 están ahí, un homenaje a Wesley Snipes… todo hace y encima lo han logrado meter de tal manera que parece completamente normal y no queden como pegotes.
El trabajo tras las cámaras de Ruben Fleischer vuelve a ser espectacular y sin dudarlo los actores van de la mano gracias a su pericia escena tras escena, aunque el montaje final sea clave para lograr que la película funcione como un tiro. Pero sobretodo no se ha apartado por el trabajo realizado en la primera parte y su decisión de mantenerlo es clave principal para lograr que no se convierta en una secuela sin más.
Ahora en el nivel interpretativo siendo sinceros, me esperaba que Abigail Breslin tuviera un mayor peso en la historia y diera un golpe contundente sobre la mesa, pero por suerte no ha sido así y es Woody Harrelson quien lo ha logrado, sencillamente es porque la historia “padre-hija” que se formó al final de la primera película nos llevaba a que la adolescente fuese la protagonista y pese a que la historia la marca como tal es Harrelson quien se come todo lo que nos muestra y deja casi en ridículo al resto de compañeros de reparto. Pero aún así las actuaciones del resto están muy pero que muy bien, por eso sólo Bill Murray se come al resto, pero para disfrutarlo hay que esperar a las dos escenas postcréditos de la película.
Como se puede observar es una ampliación de la #CriticasEn30Seg publicada en el Instagram de Críticas en 30 Seg y que os pongo a continuación: