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El alivio del planeta con la reclusión del ser humano

El mundo se está dando un respiro. La pandemia del COVID19 ha cambiado por completo la forma de vivir del hombre.

En ocasiones, el ser humano debe parar y reflexionar seriamente sobre su comportamiento. En esta ocasión, la impactante lección nos la está dando algo que ni siquiera podemos ver a simple vista. Pero que está cambiando radicalmente nuestra manera de ser.

Este virus, ha hecho que la gente ya no pueda relacionarse a penas. Muchos han perdido su trabajo y han disminuido su vida a la más sencilla expresión de una rutina en casa sin poder salir al exterior. Yo me pregunto si todavía queda algún atisbo de esperanza en la mente de la gente bajo esa densa capa de pensamientos para entretenerse y abstraerse de esta extraña realidad que nos envuelve. Todos buscamos actividades que nos mantengan distraídos y animados para mantener la máxima salud mental y un pensamiento estoico ante lo que el futuro nos depara.

Nadie debería escapar de la avalancha de información que gira en torno al COVID19, pero no olvidemos que esto nos está haciendo perder la consciencia de vivir en el presente. Por eso, no hay que dejar de respirar cada segundo que pasa y observarlo con calma sin buscar explicaciones, sin miedos y sin expectativas.

Las lecciones de la vida son muy diversas, pero lo importante debería ser la vuelta a la sencillez y la calma. Porque no es práctico vivir a tanta velocidad, sobre todo si estamos dejando de ver que la verdadera felicidad reside dentro de nosotros y la búsqueda para encontrarla depende de cada uno, pero es un proyecto tan importante que requiere una acción tranquila y calmada.

David Llorens
Colaborador de la revista

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