La recreativa Last KM se recupera 22 años después
La Asociación RetroAcción ha recuperado después de 22 años, la recreativa española Last KM, un juego desarrollado por Zeus Software en 1995 para la compañía Gaelco y que se creía totalmente desaparecido.
Esta preservación ha sido posible gracias a que el propio programador del videojuego, Ricardo Puerto les hizo llegar la placa de Last KM a la Asociación RetroAcción, una asociación dedicada a la divulgación de la informática y los videojuegos clásicos.
Según se puede ver en el comunicado que lanzó la Asociación RetroAcción en su web, el juego Last KM se encuentra totalmente funcional y en excelente estado de conservación, es una versión prácticamente final del videojuego, montada sobre una placa de juego de la companía catalana Gaelco, pero con los efectos de sonido utilizados de otros títulos de la empresa (concretamente del World Rally Championship) y la música sin licenciar (un MOD de Chase de la banda sonora de “El Expreso de Medianoche”, Giorgio Moroder).
Desde RetroAcción nos sentimos orgullosos de que Ricardo Puerto haya confiado en nosotros para la conservación de sus trabajos como programador de videojuegos; y más en concreto, de este Last KM. Así pues, tomamos el testigo y la obligación de proteger y documentar esta recreativa para las futuras generaciones, una labor que venimos realizando desde 2004. Asimismo, mostrar nuestra disposición a la colaboración con otros agentes vinculados a la arqueología de la informática para ayudar en la fiel construcción de la historia del videojuego de nuestro país
La máquina recreativa de Last KM, originalmente contaba con dos biciletas estáticas sobre las que los jugadores debían pedalear por llegar el primero a meta, una mecánica de juego que recuerda a los clásicos de Topo Soft Perico Delgado Maillot Amarillo (1988) y la fase de contrarreloj de vista latera de Tour 91 (1991).
A partir de ahora, la placa de Last KM pasará a los fondos de catálogo del Museo de Informática Histórica, ubicado en la Universidad de Zaragoza, y gestionado por la Asociación RetroAcción.
Para terminar sólo queda decir que el desarrollo se realizó en cuatro semanas y que nunca llegó a comercializarse como juego de recreativos, sino para gimnasios.